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“En 2030 solo debe ir al vertedero el 10% de la basura generada”

Publicado a 14/07/2018 8:00

Constituida en 1998 para dar solución a la gestión de los residuos de ocho municipios de la Plana de Castelló, Reciclados de Residuos La Plana, S.A. (Reciplasa) ha acabado convirtiéndose en la solución para tratar los 447.000 kilos de deshechos que genera a diario una población de 366.635 personas, el 65 % de los municipios de la provincia de Castellón, entre ellos las poblaciones más industriales, como Castellón, Vila-real, Onda o l’Alcora. Aquella iniciativa municipalista para dotarse de instalaciones para la gestión, acorde a principios y normativa medioambientalistas, da respuesta ahora a las necesidades de otros 38 municipios del centro de la provincia. Los datos de gestión avalan la trascendencia, no solo ambiental, sino social de Reciplasa, que cerró 2017 con un beneficio de 1,3 millones de euros, cantidad que invertirá en mejoras y modernización de sus instalaciones. Al frente del consejo de administración de Reciplasa, está Ali Brancal i Más, a la sazón vicealcaldesa de Castellón por Compromís, formación comprometida con las buenas prácticas medioambientales.

Ella es la primera mujer que preside el consejo de administración de esta empresa municipal, en la que prima el denominado “espíritu Reciplasa”, el del consenso y unanimidad en las acciones a ejecutar. De su mano llegó el cambio de imagen corporativa con el fin de acercar la empresa pública a la sociedad. Como también con ella llegó una gestión enfocada a las personas.

“En 2030 solo debe ir al vertedero el 10% de la basura generada”

Brancal tiene ante sí una triple apuesta que pasa, además de por mantener el espíritu medioambientalista de los ayuntamientos fundadores de la institución (Almassora, Benicàssim, Betxí, Burriana, Castelló, l’Alcora, Onda y Vila-real), romper con el desconocimiento que los castellonenses tienen de Reciplasa, al tiempo que adaptar a las instalaciones de Benicàssim, Almassora y Onda, a las más rigurosas normativas de la Unión Europea en materia ambiental, y fomentar la investigación de la mano de la Cátedra Reciplasa-UJI.

– Pese a los 20 años transcurridos desde la creación de Reciplasa, su cometido es desconocido por los ciudadanos, ¿cómo se puede cambiar esa imagen?

– En efecto, explicar qué hacemos es uno de nuestros retos. El consejo de administración de Reciplasa detectó un gran desconocimiento de sus actividades por parte de la sociedad y por eso nos planteamos el cambio de imagen corporativa, con un rediseño del logotipo, acompañado de otras acciones para dar a conocer qué actividad lleva a cabo la sociedad y dónde se invierte el dinero recaudado mediante la tasa de gestión de residuos. Una campaña divulgativa, coincidente en el tiempo con el cambio de la imagen corporativa, a fin de transmitir mejor el proceso que siguen los residuos desde que pasan por alguna de nuestras instalaciones.

Campaña en la que también nos apoyamos en los medios de comunicación y en las redes sociales. Un trabajo que ha propiciado cambios en la página web con el objetivo claro de mejorar la comunicación con el ciudadano y hacerla más accesible. La creación de una página en Facebook, para dar a conocer los hechos más destacables de la sociedad pública, así como el estreno de un vídeo corporativo para concienciar a la ciudadanía de los costes que supone a los ayuntamientos no reciclar, han sido parte de esa campaña.

Con ello queremos que los vecinos de los 46 municipios perciban la importancia del tratamiento y el reciclaje de los residuos que se generan en la zona centro de la provincia.

– ¿Qué volumen de residuos pasan la planta de transferencia de Almassora y la de tratamiento de Onda?

– En nuestras instalaciones tratamos diariamente 447.000 kg de residuos procedentes de los 46 municipios a los que damos cobertura, lo que representa una población de 366.635 vecinos que supone el 63 % de los habitantes que tiene la provincia de Castellón. En 2017 se trataron 163.047 toneladas por las instalaciones de Almassora y Onda.

De esos casi medio millón de kilos que pasan por nuestras plantas, un 40 % acaba depositándose en los vertederos. Y eso es algo que nos preocupa porque estamos en la línea de reducir a 0 el rechazo.

– ¿Tienen en marcha algún plan de acción para rebajar ese porcentaje que representa la mitad de los 447.000 kilos/día generados?

– Hemos diseñado un Plan de Gestión con el fin de lograr ser más sostenibles en lo relativo a la gestión de residuos y alcanzar las cifras de reciclaje marcadas por la Unión Europea que para 2020 fija que la cifra de rechazos de residuos sólidos urbanos que acaben en vertederos adecuados debe ser inferior al 35 %, en tanto que en esa línea de reducción de basura no tratada plantea para 2030 que esa cota de vertido debe ser del 10 % o menor.

– ¿Cómo van a lograrlo?

– Ya hemos dado los primeros pasos. Así, vamos a hacer obras de mejora en la planta de tratamiento y gestión de residuos de Onda, que va a adecuarse a las normativas más exigentes de la Unión Europea entrarán en vigor en los próximos años. Allí se ha automatizado la línea de subproductos y la instalación de puertas automáticas en las puertas de descarga a los fosos con un presupuesto de 807.799,34 euros, además de adecuar las líneas de clasificación y triaje. Lo que optimiza el proceso de selección y gestión como el del consumo energético de los equipos.
Es un compromiso con el cumplimiento de la Ley, pero también lo hacemos con el convencimiento de que es muy positivo para la sociedad y nuestro entorno. Vamos a acometer trabajos para mejorar esta instalación y la de Almassora, con una inversión de 40 millones de euros en las próximas anualidades. Estas mejoras nos permitirán reducir la contaminación ambiental y cumplir la normativa europea que indica que en 2020 la cota de vertido no sea superior al 35 %.

– ¿Sabe la gente qué ocurre con la bolsa de la basura cuando la deja en el contenedor?

– Quizás ese desconocimiento de qué hay detrás del servicio sea uno de los problemas que tengamos que afrontar para lograr implicar a la población en nuestro objetivo de minimizar el volumen de residuos que acaban enterrándose en los vertederos. La eliminación de los residuos sólidos urbanos es uno de los problemas esenciales en el ámbito, no solo de Castellón, sino de toda España. Los ciudadanos demandan respuestas y soluciones concretas por parte de los poderes públicos, que tenemos la responsabilidad y la obligación de dárselas solucionando los problemas. Pero debemos lograr concienciar a nuestros convecinos de la necesidad de reducir estas cifras de residuos generados para que aquellos que lleguen a la planta de tratamiento sean los que no se pueden seleccionar en origen. Si logramos esa concienciación conseguiremos uno de nuestros objetivos: disminuir los costes económicos y ecológicos del tratamiento de la basura.

– Los ciudadanos tienen la percepción de que la gestión de la basura es cara, es otro impuesto más…

– En efecto, la recogida de la basura tiene unos costes ajustados. Debemos saber que eliminar los residuos tiene un coste. Hemos de ser conscientes de que el contamina debe pagar. Los ciudadanos deberían plantearse antes que ocurriría si no se recogiera la basura que dejan cada noche en el portal de casa. Sería algo caótico para las ciudades.

Creo que la tasa de gestión de residuos no es tan cara. En la ciudad de Castellón el recibo más caro por el tratamiento de los residuos es de 98 euros al año. Eso supone que por 30 céntimos al día el ciudadano tiene solucionado el problema de la gestión de la eliminación de la basura. No existe ningún impuesto nuevo emanado de la gestión de residuos de Reciplasa, tan solo se hacen actualizaciones de las tasas.
Sin embargo, no es el coste lo que nos tiene que preocupar, sino que los castellonenses han de percibir que es un servicio que tiene un valor y que la solución cuesta dinero y no olvidarse de que Reciplasa es una empresa pública que mueve el dinero de todos.

– ¿Qué se hace desde Reciplasa para mejorar la educación ambiental?

– Las campañas de concienciación, tanto entre los adultos como en los centros escolares, son uno de los ejes para lograr mejorar esa educación y aprender los valores del reciclaje y lo que representan en la mejora de la calidad de vida. De ahí la apuesta por las visitas guiadas de colectivos a nuestra planta de Onda o el acuerdo con el centro de formación de profesores, Cefire, para formar al profesorado en temas de gestión de residuos para que lo trasladen a sus alumnos. Esta es una de las herramientas para lograr un cambio del comportamiento medioambiental de los ciudadanos, concienciar a los niños sobre el futuro de los residuos. Y es que considero tan importante como aprender actitudes es crear conciencia.

– El modelo Reciplasa es ejemplo o lo fue para otras ciudades, ¿eso les hace seguir avanzando en mejorar la gestión?

– Nos agrada que nuestro modelo de gestión sirva o haya servido de referente para otras poblaciones a la hora de encarar el tratamiento y gestión de las basuras. En todo caso, nosotros buscamos también sacar partido de experiencias positivas realizadas en otras zonas geográficas. Para ello, nuestros técnicos están atentos a los avances en el sector. En esa línea se enmarca la decisión integrarnos en la Asociación Nacional de Empresas Públicas de Medio Ambiente (Anepma). Hay que aprovechar las experiencias de otros que tienen los mismos problemas, puesto que son empresas de la misma índole que Reciplasa, y realizan grupos de trabajo para distintos objetos.

– Se habla del “espíritu Reciplasa” como modelo a seguir en un ente intermunicipal en el que hay representados consistorios gobernados por grupos políticos distintos, ¿es una fórmula exportable a otras áreas de la vida política?

– Por supuesto, el diálogo y las diferentes ideas han de ponerse al servicio de la ciudadanía. Al final, los gobernantes debemos trabajar por los ciudadanos. Además, es destacable que la casi totalidad de las decisiones que se toman en el Consejo de Administración son por unanimidad, sin tener presente los colores políticos. Salvo casos excepcionales en Reciplasa no se hace política.

– La gestión de Reciplasa ha obtenido varias distinciones a escala nacional…

– Pienso que los premios están bien, pero nosotros trabajamos para el ciudadano. Nuestro objetivo es que los vecinos reconozcan lo que hacemos y los servicios que les prestamos. De ahí que nos esforcemos en intentar cambiar la percepción que tienen del tema de la gestión y tratamiento de los residuos sólidos urbanos. Queremos que la vean no como una cuestión de servicio público sino como un tema medioambiental. De esta forma, planteando el tema como una cuestión de respeto al medioambiente, el comportamiento de los ciudadanos cambia y hace que se impliquen más en la selección de residuos, lo que facilita una mejor gestión en planta.
Hemos de ser conscientes de que estamos construyendo para el futuro o destruyéndolo, según las decisiones que tomemos. No podemos aplazar más el cambiar el chip sobre la gestión de residuos.

-La reutilización de los residuos como energía limpia es un reto para la sociedad, Reciplasa tiene varias líneas dirigidas a lograr esa reutilización, ¿cuáles y en qué fase están?

– Reciplasa tiene instaladas placas fotovoltaicas desde 2007, no por un tema económico, sino para cumplir fines medioambientales. En un futuro vamos a intentar conseguir la autosuficiencia energética para el consumo eléctrico mediante la transformación del rechazo en combustible sólido recuperado (CSR), para que se pueda usar en sustitución de los combustibles fósiles. Además, dentro de plan de gestión se van a invertir 40 millones de euros, lo que puede significar casi un 25 % correspondiente a las instalaciones para el autoconsumo y en tres años podría estar funcionando.

– La investigación es necesaria para resolver problemas de tratamiento de residuos, ¿la Cátedra Reciplasa-UJI responde a esa idea?

– En Reciplasa estamos muy implicados en la investigación en colaboración con la Universidad para lograr mejoras importantes que redunden en un correcto tratamiento de los residuos y en que nuestras instalaciones sean respetuosas con el medioambiente. Con ese objetivo nació la Cátedra Reciplasa-UJI, con la que se pretende incentivar la investigación en la materia y concienciar a la población.

Inicialmente contactamos con la universidad para que que acometiera un análisis del terreno que acoge la planta en Onda y comprobar que no hubiera filtraciones de lixiviados al subsuelo. Esos análisis se entregan a los organismos encargados del control del medioambiente y nos permiten tener la conciencia tranquila de que se está cumpliendo con los preceptos medioambientales y con el aval del trabajo de la universidad.

Cuando llegué, en 2016, a la presidencia de Reciplasa me planteé aplicar el conocimiento de la universidad a la mejora de los procesos de gestión de los residuos y favorecer el aprovechamiento de las tesinas y trabajos de fin de grado (TFG) que aportan innovación y mejoras en los procesos de gestión de residuos. En este contexto surge eI premio al mejor proyecto de final de grado (TFG) y final de máster (TFM), dotados con mil euros. Así, ponemos en valor la investigación y los trabajos relacionados con los fines de la Cátedra Reciplasa que son la gestión de residuos urbanos (RSU) para mejorar en la resolución de la problemática existente en la gestión de los residuos y avanzar hacia una sociedad más sostenible.

– Como primera mujer en presidir el consejo de administración de Reciplasa, ¿ha cambiado algún aspecto de la gestión?

– Quizás, la principal diferencia al enfrentar la gestión estriba en que las mujeres nos preocupamos más de las personas. Los hombres hacen más hincapié en lograr una gestión adecuada, que no tuviera costes excesivos, mientras que las mujeres por propia educación tendemos a enfocar la gestión hacia las personas, lo que da pie a fomentar programas educativos o de difusión, además de darle un contenido más social a la gestión.

– Las empresas públicas destinan una parte de su presupuesto a obras sociales, en su compromiso de devolver a la sociedad una parte de lo que reciben, ¿Cuál es la parte que Reciplasa destina a ese fin?

– En el consejo de administración de Reciplasa hemos puesto en marcha una serie de prácticas que anteriormente no se desarrollaban. Así mantenemos contactos y colaboración con entidades ciudadanas en aras de favorecer las buenas prácticas en materia medioambiental y fomentar el conocimiento necesario de nuestras actividades.

A los ya apuntados acuerdos de colaboración con la Universitat Jaume I (UJI), vía Cátedra Reciplasa, o el Centro de Formación, Innovación y Recursos para el Profesorado (Cefire), sumamos el acuerdo con la Fundación Tots Units que nos permite formar en materia de tratamiento de residuos urbanos a personas que están en riesgo de exclusión. En esta línea ya comenzamos a trabajar con la Fundación el año pasado y tenemos la voluntad de repetir e incluso ampliar esa colaboración, para lo que estamos buscando las fórmulas más adecuadas.

La presidenta del consejo de administración de Reciplasa no quiere dejar pasar la oportunidad de resaltar un proyecto de colaboración importante con la gerencia del Hospital General Universitari de Castellón para que, a través de un Plan de Gestión “realicen la recogida de residuos orgánicos en el propio hospital. Para ello, les facilitaríamos los contenedores necesarios. Creo que es una buena iniciativa, que será la primera de su tipo en un hospital público”.


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